Tres cosas que debes saber de trigo antes de iniciar esta temporada
El panorama a futuro del cultivo de trigo está repleto de complejidades. Los y las productoras se están enfrentando a un entorno con amenazas de diversos frentes, iniciando por los efectos adversos del cambio climático que afectan de manera directa a los rendimientos y que; si bien han afectado de manera importante en años pasados, este año nos amenazan con afectar a niveles más allá del punto de equilibrio de costos e ingresos que genera el cultivo.
Y siguiendo por un mercado de insumos con precios volátiles que afecta todas las decisiones del cultivo, pero en especial la fertilización, una decisión que sin duda alguna será determinante al momento de separar a aquellos que logren la rentabilidad de los que no. Todo esto dentro del delicado equilibrio que supone el incierto precio de venta de la cosecha.
Así es como en Yara nos dimos a la tarea de, durante los pasados dos años a buscar, probar y evaluar todas las soluciones posibles para alcanzar este objetivo alineados a las y los productores para el futuro que confían en nosotros, y así aprendimos las siguientes cosas.
En una de ellas realizamos un trabajo con cuatro tratamientos, dos se fertilizaron de manera granular con Sulfato de Amonio (SAM) y dos con YaraVera, una fuente nitrogenada con tecnología de Yara. En cada una de estas áreas realizamos aplicación de YaraVita CITREL por vía foliar durante el amacolle y el embuche, dejando a su vez dos áreas con un tratamiento foliar NPK más microelementos. Quedando así: Tratamiento SAM con NPK foliar, tratamiento SAM con YaraVita CITREL, Tratamiento YaraVera con YaraVita CITREL y Tratamiento YaraVera con NPK foliar.
La utilidad adicional generada fue quince veces mayor al costo de YaraVita CITREL en el mercado y no fue necesario incurrir en costos adicionales para aplicarlo ya que se mezcló a la perfección con los insecticidas y fungicidas que se emplearon en ese momento. La aplicación se realizó por vía aérea usando un dron y un gasto de agua de 20 litros por hectárea. Como éste, se realizaron más ensayos usando protocolos similares, nunca iguales debido a que buscamos entender como se comporta la tecnología con las distintas prácticas de manejo que tienen los y las productoras.
Los resultados fueron consistentes en trigo duro y blando, en diferentes ambientes y con diferentes niveles de rendimiento según la zona y el productor, con un rango entre 3.5 Ton/ha como rendimiento mínimo y 7.5 Ton/ha como rendimiento máximo.
