¿Sabías que… los suelos de toda América Latina están deficientes en Zinc, y que son especialmente comunes en áreas donde el pH del suelo es alto?
Las deficiencias de Zinc y Fósforo suelen ocurrir en etapas tempranas del cultivo. Esto se debe al lento crecimiento de raíces; el sistema radicular al crecer lentamente no puede absorber suficientes nutrientes para satisfacer las necesidades de tallo y hojas. En ocasiones, las plantas parecen superar éstas deficiencias (Zinc y Fósforo) a medida que crecen, pero el daño ya fue hecho y los rendimientos se reducirán significativamente.
El Zinc controla la producción de importantes reguladores de crecimiento que influyen en el crecimiento y desarrollo de nuevos tejidos. Los síntomas de deficiencia de Zinc pueden incluir: plantas pequeñas, entrenudos cortos, bandas anchas de color blanco a cada lado de la nervadura central en las hojas jóvenes. IPNI. Potash and Phosphate Institute/Vol. 4 (2000, No. 2).
Por otro lado, el Fósforo también juega un papel vital ya que se encuentra involucrado en todos los procesos que requieren transferencia de energía en la planta. Ante la falta de dicho elemento en una etapa tan crítica como lo es el desarrollo inicial del cultivo, el crecimiento de la raíz se reduce, produciendo menor masa radicular para explorar el suelo por agua y nutrientes.
Better Crops/Vol. 83 (1999, No. 1).
La oportunidad más temprana para influir en el rendimiento
Sin duda, el Fósforo y Zinc son elementos importantes en etapas tempranas de los cultivos, influyendo en la germinación y emergencia de las semillas. La deficiencia de estos nutrientes disminuye notoriamente la viabilidad de las plantas en el establecimiento del cultivo.
El tratar nuestra semilla a través de una microfertilización es la oportunidad más temprana que tenemos para influir en el inicio del cultivo. Desprendido de lo anterior el objetivo será asegurar que todas las semillas tengan reservas de nutrientes suficientes en las etapas críticas que son la germinación, desarrollo de raíces y la emergencia, pues sabemos que no todas las semillas cuentan con el suficiente contenido energético para tener una buena germinación.
Una excelente estrategia para asegurar lo anterior es aportar Fosforo y Zinc desde la siembre al tratar tus semillas con YaraVita Teprosyn.
Conoce los beneficios de tratar la semilla con YaraVita Teprosyn
- Una emergencia más fuerte y homogénea.
- Un establecimiento de raíces más rápido.
- Un sistema radicular más saludable.
- Un mayor vigor de la planta.
- Un mayor potencial de rendimiento.
¡Garantiza un mayor número de plantas/ha!
Desde una perspectiva económica, es la mejor opción, ya que se necesita en una dosis baja (8 ml/kg de semilla), es fácil de aplicar por su formulación líquida y sobre todo, se mejora el desarrollo de las plántulas.
Además, debido a lo anterior, el cultivo se puede defender mejor ante el ataque de patógenos de suelo durante la germinación y el desarrollo de la plántula, asegurando un buen sistema radicular (Marschner, 1995).
El tratamiento de semilla mejora sustancialmente la absorción de minerales (Zn y P), la acumulación de materia seca y también la eficiencia del uso del agua en un 44% en plantas con estrés hídrico (Ajouri et al., 2004), debido a que el Zinc contribuye a la tolerancia de las plantas ante factores de estrés ambiental (Cakmak, 2000).
Sin duda alguna, YaraVita Teprosyn es una excelente opción para tener una buena germinación de nuestras semillas, garantizando un mayor número de plantas/ha, lo que se verá reflejado en plantaciones más homogéneas y sobre todo en más rendimiento.
Producir más y mejor... ¡#EstáEnTusManos!