21 septiembre, 2017

Aprendiendo e innovando con Naranja Valencia y Lima Persa: La historia de éxito familiar que convirtió a Martínez de la Torre en el hogar del cítrico más exportado

Por: María Elena Flores y Rodrigo Prom

Everardo Bigurra pertenece a la cuarta generación de una familia pionera de la citricultura en Veracruz, específicamente en Martínez de la Torre, hogar de la naranja valencia y del cítrico más exportado: la lima persa. En su rancho, Montecristo, han implementado el programa de nutrición de Yara, inclusive en plantas recién sembradas y ¡observaron que éstas desde el primer año empezaron a ensayar!
“Desde que tengo uso de razón, yo he estado en el campo; los árboles son como nuestros hijos. Cuando uno se enamora del campo y de los árboles, queremos lo mejor para ellos… ¿y cómo ofrecerles lo mejor? Dándoles la alimentación que requieren y atendiéndolos. El campo es vida; la naturaleza es lo más hermoso, y la gente que está en la ciudad a veces no sabe el trabajo que realmente cuesta producir”, menciona Everardo, en medio de una entrevista en la que nos cuenta cómo él y su familia han apoyado a crecer la citricultura en la zona. 
 
¿Cómo fue que tu familia se inició en la citricultura? 
Mi bisabuelo, Giuseppe Bigurra, nacido en Italia, llegó a Gutiérrez Zamora, México y comenzó a comercializar vainilla con pobladores del Totonacapan. Iba de Zamora a Martínez de la Torre, y hacía recorridos también por Tlapacoyan, Teziutlán y Misantla, en los que veía variedades de Naranjos criollos que había en la zona, traídos por los colonizadores. Por medio de cartas, platicaba con un amigo suyo que había venido de Valencia, España; intercambiaban ideas sobre el desarrollo de la citricultura en la región. Mi bisabuelo, junto con mi abuelo, Hugo Bigurra Romagnoli, se decidió, entonces, a producir semilla y a hacer viveros. Les enviaron el injerto valencia, y valuaron a qué tamaño debía ser el injerto sobre el cucho, lo que los convirtió en los primeros portadores de injertos valencia sobre naranjo agrio en la década de 1930 y 1940, en una época donde no existía una zona citrícola establecida. 
 
¿Cómo fue que empezaron a producir la lima persa? 
Es mi generación la que comenzó con la lima persa. Mi padre, Carlos Bigurra Velarde, tenía un huerto de lima persa que se comercializaba con los demás productores, a través de la ARIC, pero no era muy redituable en ese entonces. Los primeros envíos a Estados Unidos se hicieron con limón maduro (amarillo), ya que el más conocido era el Eureka (que es de ese color), pero dichos envíos fueron rechazados. Así fue que comenzamos a experimentar, a aprender y a innovar con la lima persa. 
 
¿Cómo ha influido tu familia para hacer crecer la citricultura de la región y convertir a Martínez de la Torre en una capital citrícola? 
Fue mi abuelo, Hugo Bigurra Romagnoli, quien aportó sus conocimientos de manera altruista para el control de la mosca prieta en la región, en apoyo de la gente y de la citricultura, ya que a causa de esa plaga, los huertos eran quemados. De igual manera, les enseñó cómo injertar y sembrar. Así es como la citricultura fue creciendo hasta convertir a Martínez de la Torre en la capital mundial del cítrico. 
 
¿Qué sientes al saber que los cítricos mexicanos son tan bien aceptados en el mundo? 
Cuando los productores tenemos la oportunidad de ver, en otros países, cítricos producidos en México, se nos pone la piel chinita. El saber que vienen de nuestra tierra, de Martínez de la Torre, tenerlos en la mano y saber el valor que les dan los países a los que exportamos, llena de orgullo porque significa que estamos haciendo algo para beneficio de nuestra gente. Creo también que como consumidores debemos valorar lo que tenemos; a veces somos malinchistas y preferimos productos de otros lugares, sin saber que en realidad fueron hechos por mexicanos. Aprendamos a apreciar la calidad que tiene cada kilo de cítricos y cada litro de jugo que llega a nuestros hogares. 
 
¿Cómo fue que te decidiste a utilizar el programa nutricional de Yara para cítricos? 
Mi primer acercamiento con Yara fue hace aproximadamente cuatro años. Acudí a algunas pláticas con el Ing. Alejandro Huesca, especialista en cítricos para Yara México, y me llamó la atención el YaraLiva Nitrabor, producto que estaban promoviendo. En ese entonces, mis árboles de naranjo estaban en floración (tenían más del 50% de la flor abierta), y le pregunté al Ing. Huesca si podía aplicarles ese producto. En ese año obtuve 7 ton/ha y posteriormente con el YaraLiva Nitrabor logré sacar 20 ton/ha. Mi cosecha estaba bajando y con la aplicación de este producto se logró un gran incremento. Desde ahí trabajo con los productos de Yara. 

¿Cuáles son los productos de Yara que aplicas? 
Hemos implementado el programa de Yara en plantas recién sembradas, con YaraMila Star, YaraLiva Nitrabor, YaraMila Complex y YaraMila Hydran. ¡Desde el primer año las plantas empezaron a ensayar! Este es el segundo año y obtuve 1 tonelada por hectárea y para el siguiente ciclo espero obtener 30 ton en ocho hectáreas (3.75 ton/ha), cuando lo común es que hasta el cuarto año se empiecen a ver resultados en cítricos. De allí que desde la semilla, la plántula y hasta la puesta en campo, Yara está presente. 

¿Qué destino tiene tu fruta? 
La fruta de mis huertas generalmente se va para la industria, y otra parte para el consumo en fresco en el que importa más la calidad; es ahí donde se ven reflejados, aún más, los resultados del programa nutricional de Yara. 
 
¿Algo que quieras compartir con los demás productores? 
Quisiéramos que se les inculcara a las futuras generaciones el interés por la citricultura, el amor al campo… ya que muchos jóvenes prefieren las ciudades y abandonan el campo. En mi familia llevamos ya cuatro generaciones trabajando en pro de la citricultura, y espero no se pierda esto. 
 
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