25 agosto, 2018
¿Tu cultivo de cebada se encuentra bajo estrés por la sequía? ¿Qué se puede hacer?
Los estados del Altiplano mexicano tienen su superficie irrigada de la siguiente manera: Hidalgo con un 26.5% y Tlaxcala con un 11.9%. Lo que quiere decir que la mayor parte de la superficie y los productores se encuentran sujetos a las bondades del temporal para poder llevar sus cultivos de manera exitosa.
La producción de temporal tiene varios desafíos, ya que no solamente se trata de la cantidad de precipitación que se recibe sino de su distribución a lo largo del ciclo productivo. Para nuestro cultivo sería ideal que las precipitaciones ocurrieran en los momentos de demanda hídrica más alta, pero no siempre es así, pudiendo tener exceso de lluvia en momentos donde no es necesaria y una larga sequía en las etapas clave del cultivo.
Cuando el cultivo se encuentra frente a una condición de sequía pone en acción mecanismos de adaptación, los cuales van enfocados en reducir la pérdida de agua a través de la transpiración, lo que le permitirá permanecer vivo por más tiempo en espera de una lluvia. Como consecuencia de esto el cultivo disminuye su capacidad de respirar y su metabolismo se ralentiza, inhibiendo la acción de algunas enzimas muy importantes como: Rubisco, ATP sintasa e incluso algunos pasos del ciclo de Calvin (Zlatev, 2015), lo que tendrá un efecto en su crecimiento y desarrollo, los cuales pone en segunda prioridad después de la supervivencia.
Entonces ¿Qué podemos hacer cuando se nos presenta una situación de sequía? Aunque es innegable el hecho de que la lluvia será necesaria para lograr una producción exitosa, es muy importante que pensemos en lo que podemos hacer para ayudar a nuestro cultivo a recuperarse una vez que esa esperada lluvia ha llegado. Después del periodo de estrés nuestro cultivo se encontrará debilitado y necesitará de acciones clave para poder recuperarse.
Uno de los elementos que ayuda a las plantas a utilizar mejor el agua y a recuperar energía es el Fósforo (Guida dos Santos, 2004) y la forma de aplicación más eficiente es la foliar (Hu, et al, 2008), ya que se asimila rápidamente y con un bajo costo energético para la planta. Otro elemento importante es el Potasio ya que juega un rol importante en la reactivación de enzimas (Marschner, 2011). Por último otro nutriente que podemos utilizar para recuperar a la planta es el Zinc, el cual está presente en todos los tipos de enzimas (Marschner, 2011) y juega un papel importante como estimulante al promover la síntesis de hormonas en la planta.
Yara ha formulado estos elementos específicamente para aplicación foliar en YaraVita Crop Boost. Después de pruebas de laboratorio y campo en sus centros de investigación YaraVita Crop Boost asegura un máximo aprovechamiento por la planta, con respuestas del cultivo medidas y probadas como una solución más para el productor de granos con distintas aplicaciones en campo, una de ellas: sobreponerse a las situaciones de estrés.
- Mitiga el estrés de los cultivos al entregar una “dosis” de energía de su formulación única.
- Aporte de nutrientes claves para el desarrollo del cultivo.
- Fuente de Fósforo foliar que impulsa todos los procesos donde se requiere energía.
- Promueve un mejor desarrollo radicular. - Mejora la estructura de la planta.
- Hojas más verdes.
